Che bello l'Adamello

 

 
En este Val di Genova el sol tiene dificultad para entrar porque el valle está incrustado en las montañas. La película blanca que se resquebraja bajo nuestros pies en esta mañana de sábado nos lo recuerda. Tenemos que subir más de 1000 metros de desnivel para llegar al glaciar, la vedretta Mandrone, que nace en el glaciar más grande de Italia: L’Adamello. Mil metros donde, al final de la pequeña edad glaciar, los primeros alpinistas pisaban directamente el hielo en el punto mismo donde empezamos a subir.


El otoño ya había iniciado su obra así que subimos enlucidos por los colores de oro y rubí de los árboles. Cargando la mochila con todo el material en la espalda avanzamos a un ritmo regular hasta el rifugio Mandrone. ¿Todo el material? Buena pregunta. El objetivo es llevar la ropa, el material para la progresión sobre el glaciar y la comida con un peso mínimo. Un buen desafío:

  • Comida: pan con queso y salame y barras de cereal para comer rápidamente durante el día. Más queso y salame para hacer un aperitivo de lujo por la noche. Una sopa con porotos para calentarse a la noche. Una tarta. Pancitos para desayunar. Agua de los ríos. Vino. Condiciones de lujo.
  • Ropa: zapatos de montaña, las famosas tres capas para vencer el frío y el viento… Medias de cambio. Lujo.
  • Material: cuerdas, crampones, arnés, piqueta, mosquetones y material para rescate de grieta. ¿Casco? Lo dejamos en el auto.
 

 

Del refugio seguimos un poco más de una hora hasta llegar al inicio del glaciar. Nuestra temeridad fue recompensada: una playa. ¡Una playa de arena! ¡Espectacular! La erosión del granito por el río oriundo del glaciar produjo este paisaje grandioso e inesperado. Encontramos una playa de granito blanco, la tonalita. Bajo un sol fuerte en este fin de octubre nos preparamos para subir sobre el glaciar. La roca, la arena y el hielo se confundían en un color blanco con respecto al azul perfecto del cielo.



Daiii. Estamos sobre este cuerpo viviente con zonas de compresión, de extensión, fracturas, ondulaciones… El hielo vivo estaba parcialmente cubierto de nieve. Desde un punto de vista histórico es llamado el Gleitscher Mandron, Habíamos hecho el ejercicio de adivinar cuál era la mejor línea para atravesar entre las grietas. Ahora podemos verificar concretamente nuestras intuiciones. Ser conscientes de lo que hacemos es lo que nos enseña Giovanni, nuestro guía. Ser conscientes de que este deporte conlleva riesgos importantes. Aprender, observar y tomar decisiones. Estamos aprendiendo a observar activamente el glaciar, a detectar donde podemos encontrar grietas. Las peores, las que están escondidas. Un glaciar funciona como un pedazo de queso cuando se lo pliega. Las grietas se forman generalmente en las zonas de extensión (en 3D) y de cambio de pendientes.


Tenemos crampones para no resbalarnos. Estamos atados con una cuerda para no caer en las grietas. No es suficiente. Necesitamos entender cuáles son los itinerarios más seguros, cómo detectar una zona peligrosa, cómo actuar si nos resbalamos o caemos en una grieta… La manera de caminar es importante también: pie plano (mayor cantidad de puntas de crampones dentro del hielo), cuerda del lado del valle (mejor reacción en caso de caída del compañero), piqueta del lado de la pendiente. Es todo lo que estamos aprendiendo en este curso técnico de glaciar.


Después de una subida fácil cambiamos de dirección y subimos en una pendiente pronunciada con rocas, nieve y hielo. Incluso cuando una ruta es fácil, siempre podemos encontrar terrenos más complicados. Esto también tenemos que recordarlo. Con la altitud la cantidad de nieve aumenta y hace los pasos siempre más complicados. A veces la fina película de nieve helada resiste al peso del cuerpo, a veces el pie se hunde treinta centímetros en la nieve.


Aquí, a casi de tres mil metros de altura, vemos pedazos de madera y de hierro. Son los restos de un puesto del frente de la primera guerra mundial. Cómo imaginar a estos hombres que vivieron en este lugar en condiciones de guerra. Los restos congelados más de cien años después testimonian la inhumanidad de este momento de la historia. Un último esfuerzo en un itinerario alpino y llegamos al refugio de invierno después de diez horas de caminata. Tenemos apenas el tiempo de hacer una hora de ejercicios de rescate.


Al atardecer, contemplando el paisaje de las montañas de l’Adamello desde la terraza panorámica, un pájaro vino a saludarnos. El único animal que vimos hoy. La rareza es riqueza.

Quién dijo que hace frío adentro de un bivacco a 3000 mt? Estos alpinistas italianos construyeron un refugio ahí arriba entre el glaciar del Adamello y el de la Lobbia, el refugio a los caídos del Adamello. Y resulta que nosotros llegamos una noche de otoño y aunque el refugio ya está cerrado, dejaron una piecita abierta con 3 camas cuchetas. Qué placer, qué cálido. El guiso está rodeado de anécdotas de montaña: satisfacción, accidentes, análisis, secretos.

Los astros se vuelven focos de admiración, sobre todo las estrellas y más sobre todo el sol.

Sol solecito calientame un poquito, por hoy por mañana, por toda la semana.


Aprendimos a hacer reunión (punto fijo para asegurarse) con tornillos de hielo y con una mochila. Evidentemente los tornillos son mas robustos.

Estamos contentos y calentitos bajo el sol pero un poco mojados. Empezamos a bajar para emprender la travesía de grietas, ahora el capo cordata se pone atrás y observa el camino, dirigiendo al primero.

Hacemos unas prácticas para aprender a frenar la caída del compañero. Pero lo más emocionante estaba aún por llegar:  hacer una verdadera simulación de caída y rescate en grieta. Fue fácil encontrar la víctima voluntaria, que gracias a un riguroso trabajo en equipo fue rescatada.



Esta aventura se está terminando, pero nos quedaba aún una sorpresa, una picada de despedida de glaciar en la playa.

Es difícil autocriticarse y decir que nuestra estadía nocturna en el bivacco, nuestra ida y vuelta por el glaciar y nuestra picada en la playa, más allá de ser eco-friendly, tienen un fuerte impacto en el ambiente natural y el estado del hielo. Nos preguntamos cómo sería este lugar maravilloso sin la presencia del hombre. Aún más maravilloso? Seríamos capaces de renunciar a esta aventura para preservar el estado del glaciar?


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